Las últimas lluvias registradas en Colombia y Venezuela, nos trae a la memoria el desastre de Vargas, ocurrido en 1999 en éste ultimo país. Tuvimos ocasión de realizar una recorrida por la zona, en 2005. Ante la desolación y las perdurables y visibles consecuencias que pudimos observar en el lugar, la imaginación nos transportaba al día en que comenzó el desastre en ese bello paisaje venezolano.
Los que vivimos en regiones propensas a aluviones, originados en intensas lluvias en la zona pedemontana, asociábamos a nuestra propia realidad, con las diferencias de situaciones, qué nos podía pasar ante un aluvión en nuestras ciudades.
Las preguntas aún continúan. ¿Estamos convenientemente preparados? ¿ Nuestra infraestructura de servicios ha tenido un mantenimiento adecuado? ¿ Los habitantes colaboran no arrojando basura a los canales y acequias?
Los desastres no son naturales. Todos y todas tenemos que adoptar actitudes y conductas preventivas, desde la resiliencia, el respeto al entorno, adptándonos a los riesgos con los cuales debemos convivir, mitigando sus consecuencias.
Se trata de proteger la vida, nada menos !!!
Muchas gracias por su lectura solidaria
( La primera fotografía es una panorámica del dia del desastre en Vargas, en 1999)
La imagen del edificio fue tomada en Vargas,por Gloria en 2005)