

De pronto, mientras aún dormía, el cuarto era un como un barco en altamar en plena tormenta.....las 6.23 AM...Alcancé a llegar hasta una puerta que daba al jardín y a colocarme debajo del dintel, como me habían enseñado desde pequeña. Durante casi un minuto Mendoza y San Juan se estremecían ante uno de los terremotos de gran magnitud que se han registrado en Argentina. Luego, el polvo cubriría la ciudad, con el suministro de energía interrumpido,en un casi verano que nos hizo ver nuestras vulnerabilidades entre el pánico y la razón, entre el impacto de lo imprevisto y la necesidad de comprender más, hasta aceptar ,actualmente ,que debemos convivir con el riesgo sísmico y prepararnos en forma continua, sostenida.

Hoy recordamos ese evento, a 33 años de un desastre , que integra la historia de otros desastres que merecen ser recordados , para continuar trabajando incansablemente por la prevención sísmica en nuestra región. Hoy rendimos homenaje a quienes perdieron sus vidas, a las personas que aún tienen recuerdos dolorosos junto a heridas que no se ven, rendimos homenaje comprometidos con la difusión y aplicación del Marco de Acción de Hyogo, 2005/2015,Aumento de la Resiliencia de las Naciones y las Comunidades ante Desastres, ONUEIRD.
( Nos acompañan imágenes pertenecientes a Fundación Bataller, publicadas hoy por Diario de Cuyo )